Juan estaba sentado en su Sillón, con un pucho en la mano a
punto de acabarse. Las cenizas seguían en él. La banda hace meses se disolvió,
su bandoneón no se volvería a escuchar más, oxidado demasiado estaba. Juan
suspiro y con su voz cansada se dijo:
La droga me hizo mierda, voy a dejarla- acto seguido, saco
una jeringa con un liquido un poquito fluorescente y se inyectó.
Juan se levanto del sillón. La casa estaba triste y ruinosa.
Juan dio quince pasos.
El Suelo pensó “¿Por qué siempre me pasan por encima?”.
Crujió de dolor cada una de sus vértebras. A Juan se le cayó una lágrima de la
mejilla. La Puerta se abrió, por pena a
él. El Pájaro se alejo de Juan y fue a su Nido llevando delicadamente un Gusano
en su boca.
El Árbol en el que el Nido estaba se sintió sumamente
deprimido. Pensó “¿Por qué tuvieron que tener tantos cachorritos los perros de la Casa del Parque?”. La Tierra cada vez era peor
anfitriona y él casi se murió en la última podada. La escasez de gusanos y el
exceso de glifosato lo estaban matando.
Un Parlante anunció
“vamos ganando la guerra contra Italia, ¡viva…!”. La voz se detuvo, no solo esa
voz, todas las voces. Justo en ese momento la Ciudad de Buenos Aires se transformo en la
tercera Hiroshima.
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