domingo, 22 de noviembre de 2015

No Paso Nada


No pasa nada. Es un día en el que no sucedió nada, era extraño. Generalmente la gente viene a la playa y a pesar de eso, hace horas que estaba sentado esperando que pasara alguien o algo por aquí, y no pasaba nada. Pleno, bello y calido mediodía en Mar Del Plata y no había ni mosca moviéndose por aquellas zonas. Era increíble la nulidad de sucesos.
Me agarre mi termo y me serví mi mate, que generalmente comparto, agarre mi libro, el que estaba leyendo, y le pegue una leída mientras humectaba y calentaba mi garganta con un sorbo al mate. Cerré el termo y guarde mate, libro y termo en la mochila para poder irme a nadar un rato a esperar que venga alguien. Después de nadar una hora y media volví a la playa y vi que, siendo pleno enero en un día soleado, no había nada ni nadie en la playa. Me fije si la mochila era la mía, lo era, tenia mis iniciales bordadas adentro como había hecho hace un tiempo mi querida Lorena.
Fui a caminar a la ciudad y me sentí ligeramente vació (tanto en los pulmones como en los sentimientos) y extrañado al ver las puertas y las ventanas cerradas. Camine por calles anchas y angostas, cortas y largas y seguí sin oír siquiera el crepitar de una hoja. Sentía un gusto amargo que me había dejado el mate y me dio ganas de pegar un sorbo más, pero cuando lo hice estaba lavado el mate y no tenía yerba encima. Todo se veía repetitivo. El olor de la ciudad era nulo.
La última calle por la que pase tenía un cartel de propaganda. Toque el cartel, tenía una textura liza. En el cartel pude ver algo que me llamo mucho la atención: había una oración escrita con aerosol que decía “NO PASO NADA”.