domingo, 3 de julio de 2016

La bomba

 Carol y Serbergen se habían conocido poco después de terminar el secundario. Él trabajaba de mozo en un bar en el que ella pasaba... Bueno, ella tenía dos trabajos, uno en una tienda de ropa y otro en un negocio de empeño. En partícular, los miércoles a la tarde, cuando iba de la tienda de ropa al negocio de empeño y todo eso, tenia un tiempo muerto que muchas veces lo pasaba tomandose un café que le quedaba en medio del camino. En ese café trabajaba Serbergen. A veces se comía un tostado de queso, y se quedaba mirando el movimiento dentro del bar, el trabajo de los mozos. En algún momento empezaron a hablar, ella le paso su número.

Cada tanto se mandaban caritas, mensajes. La historia de siempre y bla, bla.

El primer conflicto lo tuvieron por los equipos de fútbol. River, Boca. River, Boca. El tema es que la primera vez que se vieron en la casa de un de ells fue en una juntada amigueril. Los amigos de ella, que iban a juntarse a ver el partido.

 Nunca habían hablado de qué equipos seguían. Sencillamente sabían que estaban muy pendientes del resultado del partido River-Boca ese domingo y eso. Y... bueno, digamos que entre los gritos y eso lo terminaron echando a patadas de la casa a Serbergen. No puedes agarrar y sin saber de que tipo es la gente en el lugar empezar a gritar "Vamo Boca, a todos los gallina nos culeamos" mientras te agarras fuerte el paquete en un gesto de lo más obsceno... Lo sacaron a patadas al gilastrún.

 Durante un tiempo se dejaron de hablar y eso. Del mismo modo que el Boca-River les desunió, el recital del Indio Solari les volvió a juntar. Ella además se había peleado un poco con ese grupo de amigos, coincidieron en la combi, se arreglaron. Cuando volvieron ya como que había onda de vuelta, empezaron a verse más seguido. Quedaron en salir. En el medio, Carol dejó el trabajo en la casa de empeños y se puso a vender masitas caseras hechas de arcilla. También diarios viejos pegoteados con plasticola, engrudos, ladrillos, los volvía artesanías. Empezó a vender eso, y después dejó el otro trabajo, entonces ya era más raro que fuera al café y que se encontraran, aunque cada tanto se seguían mandando mensajes. En el medio él se puso de novio con Carlos. Era el entrenador de un gimnasio que quedaba a media cuadra del café. A Carol no le cayó muy bien eso y decidió dejar de hablarle. 

Haciéndola corta: el se mudó y ella también. A distintas ciudades. El en La Plata. Ella ¿por Gorky era? Él empezó a trabajar en una librería de usados. 

No se volvieron a hablar hasta el día ella decidió empezar a estudiar historia en la UNLP. Él le contó que había cortado con Carlos porque Carlos... ¿Tenía sus fetiches?... un poco distintos de los gustos de Serbergen. Ropa interior de colores chillones con agujeros circulares.

Se quedaron charlando de los distintos libros que había en la librería. El le dijo si ella quería irse a vivir con el "Total, las artesanías las podes hacer en cualquier lugar, más o menos, y si vivís en La Plata te ahorras el viaje en tren". Muy precipitado. Ella se terminó la cerveza que estaban tomando esa noche. Le dijo que lo tenía que pensar. Se fue de ahí bruscamente. El seguía ahí. Como en un "Uh, que hice".

Pasa un día y otro y otro. Ella iba viendo que el sol daba paso a la luna y la luna daba paso al sol. El sol daba paso a la luna y... bueno. Al final ella se dijo <<Le tengo ganas hace años y etcétera. Me mandó. ¿Qué voy a hacer? Seguir en este lugar del orto con la vieja cascarrabias de la pensión y todo eso. Me voy con él. Las afueras de La Plata son bastante lindas.>>

 Y ahí, mientras estaba yendo, entre una estación y otra, ve una nube extraña en el horizonte, del lado contrario al río más o menos. Se frena servicio del tren, baja en la estación. Mira su celular, ve la noticia

-Y ahí cayó la bomba nuclear.